Bolsas para macetas de bioplástico.
La idea se concibe a partir de la necesidad de disminuir la cantidad de desechos plásticos actual, reemplazando los envoltorios plásticos convencionales por un bioplástico capaz de biodegradarse en poco tiempo.
El bioplástico, formado por agar y glicerina y agua, puede variar sus propiedades según la proporción de agar-glicerina contenida en este. De esta manera, se puede producir envases con distintos niveles de flexibilidad o rigidez.
Este proyecto busca elaborar una bolsa capaz de soportar una planta junto a su tierra, la cual pueda ser regada y eventualmente trasplantada sin la necesidad de retirar la bolsa.
Los desafíos actuales del proyecto consisten en determinar la vida útil de la bolsa para que esta pueda ser uilizada óptimamente y asegurar que su trasplante no perjudique el crecimiento de la planta o el estado de la tierra.