En la búsqueda de avanzar en el desarrollo de su emprendimiento, Franco Maccioni, ingeniero civil industrial y Eduardo Díaz, ingeniero en control de gestión se acercaron al Laboratorio de Fabricación Digital , FabLab U. de Chile, donde comenzaron a trabajar en agosto de 2016. En este espacio tuvieron su primer acercamiento con las tecnologías de fabricación digital, y utilizaron todas las tecnologías con las que cuenta el laboratorio de fabricación. “Son súper abiertos, las veces que hemos necesitado ayuda siempre nos han colaborado”, opina Eduardo.
“Hemos
estado en otras comunidades de emprendimiento y éste es por lejos el
mejor lugar. Aquí puedes desarrollar tu producto o dispositivo”,
opina Franco, quien junto a Eduardo, incursionaron en el mundo del
emprendimiento en abril del año pasado, luego de renunciar a sus
respectivos trabajos. Ambos trabajaban en diferentes entidades
financieras. “Mientras trabajamos- hablábamos por whatsapp
-
y pensábamos que podíamos hacer. Nuestra idea era hacer un producto
con materiales reciclados, pero enfocado en la creación de personas
B”, cuenta Franco.
Al
igual como ocurre con las empresas B, que son aquellas compañías
que están certificadas por
la OSC B Lab (Organizaciones de la Sociedad Civil sin fines de
lucro), por utilizar el poder del mercado para dar soluciones
concretas a problemas sociales y ambientales. El objetivo de las
empresas B no es ser las mejores del mundo, sino las mejores para el
mundo. En ese contexto, los dos ingenieros se
preguntaron qué pasaba con las mejores personas para el mundo.
Fue
así que comenzaron a desarrollar un modelo de negocio para su
emprendimiento. Y definieron hacer un reloj deportivo con materiales
100% reciclados y recolectados en Chile. El primero de estos
materiales escogidos fue el nylon, obtenido de las redes de pesca
recicladas, con el que construyeron el chasis del reloj, y el
segundo material seleccionado, fue el neumático fuera de uso, con el
que construyeron las correas del dispositivo. “Nosotros creamos una
solución interactiva, a través del primer reloj fitness,
enfocado en el desarrollo sustentable de las personas”, explica
Eduardo.
Partes
del reloj fitness creado por Lignum Time
Este
dispositivo deportivo, desarrollado por el equipo de Lignum Time,
puede medir la actividad física de las personas y los niveles de
sueño de ésta, y en conjunto con su aplicación permite calcular la
huella ecológica personal y el impacto social de cada persona. “Toda
esta información se utiliza dentro de un sistema interactivo donde
se premia a las personas por su hábitos y mejoras diarias, de esta
forma, se puede ir subiendo de rango y donde el máximo será el de
“Persona B”, en el que podrán acceder a beneficios
especiales por ser personas sustentables, esto quiere decir, que
hacen un uso eficiente de la energía, del agua, reciclan su basura,
entre otras actividades”, comenta Franco.
Durante
los meses en que Franco y Eduardo han trabajado desarrollando su
startup han participado de todos los concursos e incubadoras
disponibles. A pesar que en una de sus primeras postulaciones
al Capital Semilla de Corfo, no lograron ser seleccionados dentro de
los dos mil proyectos participantes, dicen que la experiencia es
fundamental. Luego de eso, postularon a Geek
Camp
2016 de Incuba UC, donde llegaron a semifinales, lo que les permitió
aprender y recibir orientación de mentores que les aconsejaban cómo
mejorar su modelo de negocio.
Posteriormente de esa
experiencia, su trabajo comenzó a tener logros. Postularon a
incubadora Santiago Innova, donde obtuvieron el tercer lugar del
concurso ciudades más inteligentes y humanas, que se tradujo en
contar con tres meses de incubación gratuita, además de hacer todo
el proceso de Subsidio Semilla de Asignación Flexible de Innovación,
conocido como SSAF-I. Y luego, resultaron ganadores de Impulsa
UDP 2016, en noviembre del mismo año.
Refiriéndose a lo más difícil de emprender, Eduardo señaló que lo más complejo ha sido el tema con los proveedores, “porque no estipulamos los plazos por escrito, no hicimos un contrato”. En el caso de Franco, una de las cosas complicadas es aprender a organizarse. “Te despiertas en la mañana y queda tu día a libre elección sobre qué debes hacer. No tienes un jefe y eso a veces es complicadísimo. No tienes quien te oriente, porque todo depende de ti, y porque nadie te va a estar diciendo si lo que estás haciendo está bien o mal”, dice el ingeniero civil industrial.
Entre los últimos desafíos alcanzados por el equipo de Lignum Time destaca el haber terminado, a mediados de junio, la matriz para inyección y la aplicación móvil del reloj. “Es un gran logro para nosotros contar nuestro dispositivo terminado”, señala Eduardo. Para más adelante, los dos ingenieros apuestan por desarrollar un sistema de comunidad donde las personas podrán interactuar y ver eventos a los cuales podrán asistir”, concluyen los creadores del primer reloj deportivo sustentable en nuestro país.
Enlaces
relacionados: